martes, 11 de noviembre de 2008

IV.- Las malas noticias son guachi


Dedicada a Diego, el gerente buena ente,
"porque siempre viste mi valía, rey mío.
¡Hazme tuya ya, pérfido!
"

Hoy, y debido a las numerosas peticiones y amenazas recibidas, renunciaré a mi fabuloso léxico y seré lo más escueto posible. Sé que será duro para la mayoría de vosotros, gente tolerante y anhelante de recibir la educación que se merece, pero que siempre se le ha negado por motivos económicos; o raciales en algunos infortunados casos; o por desgraciados olores corporales, porqué no decirlo. Y es que a nadie se le debe negar lección alguna por la simple razón de que le huela el sobaco: y menos yo, que estoy en mi casa dando el curso a distancia y no tengo que estar oliendo la sobaquera del alumno guarro de turno.



Pero así es la vida: gracias (o debería decir, desgracias) a algunos intransigentes que lo más largo que han leído en su vida es el “Abrir por aquí” del tetra-brik de la leche, me veo en la obligación de recortar lo máximo posible mis consejos.

Sé lo que muchos estaréis pensando en estos instantes. Sé que os estaréis diciendo “pero queridísimo Tito Paco, tú que siempre has luchado por acabar con la incultura reinante y la sinrazón campante de estos tiempos modernos tan difíciles, en los que vivir resulta más que nunca un verdadero arte; tú, que nunca dejaste que el peso del mundo, las envidias y las demandas de acoso sexual truncaran tu férreo paso de Titán pro culturetas; tú, autentico hidalgo de la Palabra, verdadero lanzador del dardo etimológico, segador de los errores periodísticos, ¿por qué, oh Príncipe, claudicas antes tan banales y necias injurias, ante tan someras y fútiles muestras de nulidad, tal vez, inocente nulidad, pero inepta y estúpida nulidad al fin y al cabo, nacida de cerebros sin mundo?”.

Sé que esto, palabra arriba, palabra abajo, más o menos, es lo que estará pasando por vuestras mentes. Y sólo podría daros una respuesta que entendierais acabando con vuestras pobres esperanzas, aplastando con mi cuerpo derrotado y cansado de luchar en mil y una batallas, vuestros humildes sueños. Sé que yo debería ser paladín de esta lucha, rompeolas frente al que todo Mal se estrellara para protegeros a vosotros, mis íntegros alumnos. Pero no es así. La fuente, al fin, para regocijo de mis enemigos, se ha secado.

Y debéis aprender de este modo, la más cruel de las lecciones: ¡ay!, que yo no estaré aquí para siempre. Sé que es duro imaginar algo así, y que parece imposible, pero es cierto. Yo, como todo hijo de vecino, soy mortal. Y vosotros, polluelos míos, algún día tendréis que desprenderos de vuestro blanco plumaje infantil, deberéis desembarazaros de vuestros dientes de leche, quitaros los pañales, sacar la cabeza del cascarón cual Calimero, y emprender el viaje de la vida sin mí.

Pero recordar siempre que yo os vi partir henchido de orgullo. Y cuando el sol esté en lo más alto de su casa celestial; cuando el viento susurre entre los cipreses Tito Pacooooo, Tito Pacooooo, Tito Pacooooo, Siempre Coca-colaaaaa; cuando el invierno llegue y os parezca que no hay esperanza y que estáis rodeados por todas partes de enemigos con sed de sangre y Barcadi con limón; cuando no veáis la salida y penséis que el bosque os cierra el paso a posta; cuando llegue la noche y no veáis un carajo, pensad en mí, y en lo bien que estoy en el paro, en la estufita escribiendo estas lecciones. Nunca perdáis eso de vista. Nunca perdáis la perspectiva.

Pero ese día, a pesar de que hoy me veo recortando y autocensurando mis propios consejos, está aún lejos. Podéis seguir volando bajo mis alas, explorando el mundo despreocupadamente sabiendo que estoy ojo avizor a todos los peligros que os puedan amenazar. La fuente se ha secado, pero todavía fluye sangre por mis venas.

Y es por eso que continuo, y doy la lección como si nada, así, sin más dilación, sin andarme ni un ápice por las ramas, yendo directo al grano, o como decís los jóvenes hoy en día, al turrón:

El consejo de hoy viene a decirnos que no hay nada mejor para un emisor de noticias que una mala noticia. Las malas noticias son buenas noticias, para un periódico, se entiende. Esto trae beneficios económicos porque con las malas noticias se venden un montón de periódicos porque la gente es muy morbosa y muy sucia, y le gusta leer cosas malas que les pasan a otras personas para así sentirse ellas bien consigo mismas y con su suciedad.

Y aquí acabaría esta breve lección si no fuera porque antes he de explicar la imagen para que los menos agraciados mentalmente puedan entenderla: el fotomontaje viene a decir que una guerra es una mala noticia (a menos que seas israelita), y por ende, una buena noticia para un medio de comunicación.

Y sin nada más que decir, sólo me resta despedirme y desear que esta lección tan breve sea del agrado de mis detractores, para que, de esta forma, dejen de boicotear, no ya a mi persona, porque a mí ya me da igual, no necesito nada, tengo mi vida resuelta, pero sí a mis pobres y queridos alumnos.

Un saludín.

3 comentarios:

Javier Acedo dijo...

Ilustrísimo Don Paco:

Siento sus palabras y su determinación a ser mas escueto.

Yo, desde mi humilde posición (acatarrado y con las piernas cruzadas pero sin llegar a la posición "Lina Morgan") le encomio a que haga oidos sordos a los detractores, carroña ingrata que solo sirve para "emprestar" productos y que te menoscaben en tu videoteca. Eso sin olvidar el "oye tu, ¿no tienes ahi por ahi algo suelto?".

Sea fuerte, mon dieux! Recuerde las fortalecientes y aguerridas palabras de Paul "Moabdib": "Me doblegaré como un junco al viento", pero acto seguido le asestaba un somero navajazo trapero al pelo panocha de Sting.

Haga como Paul, grite a berrido pelado su nombre, que seguro que es nombre de inteligencia, de palabra que crea cultura.

Digamos todos PACOOOOOOOOOMMMMMMMM.....y la cultura nos vendrá y cegará a los incrédulos y los ineptos que le critican!

He dicho.

THE UGLY FACED BOY

PD. la lección de hoy, grande, muy grande, como las que nos tiene acostumbrados.

Lamijita dijo...

Un reporterillo cualquiera: La policia está tratando de sacar a alguien encerrado en su casa....
Jefe: pues espérate a ver si está fiambre, sino, no vale de nada


Eso lo resume todo verdad tito paco?
que bonito el mundo del periodismo!!!

Anónimo dijo...

PD: Me encantan tus gafas!!!!

Mari Carmen