miércoles, 4 de marzo de 2009

XV.- El periodismo de investigación

Hoy queridos míos, hablaremos del periodismo de investigación. Y qué mejor manera para hacerlo que emplear un caso de rabiosa actualidad en el cual podamos observar las pautas que ha de seguir un buen comunicador a la hora de desarrollar este arte de difusión.

Así, el caso de Marta del Castillo es un buen caldo de cultivo para realizar labores de investigación periodística, para, de este modo, ir desgranando información cada vez más valiosa y exclusiva del caso con la que mantener informados a los ciudadanos, y ya de paso, convertirlos en expertos en la caligrafía de un asesino.

El periodista de investigación, como bien indica su nombre, se dedica a investigar con el fin de publicar los resultados de sus pesquisas. De este modo, cual perro sabueso o carroñero, el comunicador de los medios sigue el rastro de los hechos para poner en claro el contexto de lo ocurrido, y como objetivo muy secundario, atraer la máxima audiencia posible. Cualquier dato perceptiblemente estúpido puede hacer que la audiencia alcance cotas insospechadas.

Siguiendo con el caso de Marta del Castillo como ejemplo, uno de los métodos de investigación usado por los periodistas del programa de Telecinco Rojo y Negro para obtener datos del caso fue acoger en el programa a la última novia, de 14 años de edad, del presunto asesino de Marta. La joven, de nombre Rocío Pérez, acompañada de su madre, podría haber cobrado por esta intervención, y una entrevista en el programa de esa gran comunicadora nada demagoga Ana Rosa Quintana (de la cual recomendamos encarecidamente su libro Luna de hiel), entre 6.000 y 8.000 euros.

Un método respetable, noble, y serio, con el cual conseguir información periodística de primer orden que presentar al gran público que son los que en última medida deben juzgar a los asesinos de Marta. En este sentido, yo abogo porque los juicios se realicen a través de mensajes de móvil de modo que con tan sólo enviar las palabras CULPABLE o INOCENTE después de VEREDICTO, los ciudadanos ejerzan la mayor de las democracias al sentenciar a sus criminales.

Juicios que se realizarían gracias a la inestimable colaboración de los medios de comunicación que son quienes han de presentar las pruebas más irrefutables en este tipo de casos, usando para ellos a expertos de reconocido prestigio como los calígrafos, los frenólogos y los maestros voodoos.

Tito Paco

1 comentario:

Lamijita dijo...

los 'periolistos' siempre hemos sido bastant carroñeros, tu lo sabes, x una cuestion d necesidad, el sueldo no da ni para comer, a no ser q seas sarda o la mari tere, asi q es mejor tirarse al gaznate del primero q se nos cruza, me equivoco?
Besos!