martes, 28 de octubre de 2008

II.- Incompatibilidades con la profesión periodística

Antes de que profundicemos más en las vicisitudes del mundo periodístico, deberíamos repasar, y repasaremos, los mayores problemas con los que se puede encontrar un profesional de los medios.

Así, damos por comenzada la segunda lección de este cursillo que quiero que entre todos vayamos construyendo, mediante cartas que vosotros, amiguitos míos ávidos de saber, deberíais a bien enviarme. Siguiendo este ejemplo, el señor Tomás Turbado me ha hecho llegar una misiva en la que destaca lo siguiente:

“Querido Tito Alonso, dos puntos. Antes de nada querría agradecerle y felicitarle enormemente por estos fascinantes consejos que, semana tras semana, nos ofrece y nos instruyen para poder afrontar sin problemas esta bella profesión nuestra. No quisiera demorarme en elogios a su persona y su curso, aunque se los merezca todos y más, pero como dice mi madre, “niño, termina ya”, así que le voy a (…) desde pequeño me he visto fascinado por la profesión periodística (…) soy mudo (…) ¿puedo trabajar en radio? (…) Atentamente, Hombre Corriente”.

Amigo Turbado, gracias por tu maravillosa carta. Tengo que decir que has puesto con ella el dedo justo en la llaga. En la herida de un problema que, poco a poco, se está convirtiendo en un serio estigma dentro de nuestra labor informativa. Y es que hay muchas personas que no son capaces de ver todas las implicaciones que supone ser periodista, y mucho menos, sus limitaciones a la hora de poder afrontarlas. Así, al igual que no hay enólogos sin narices, no puede haber periodistas sin algunas de las cualidades necesarias para llevar a buen puerto un medio de comunicación.

De este modo, y tratando de ser lo más delicado posible al tratar este tema, voy a publicar una lista de incompatibilidades totales, de las que no se puede escapar, ni contra las que se pueda luchar y vencer.


Labores Periodísticas de:.......Incompatibilidad Absoluta:

Fotógrafo…………………………….....Miope.
Redactor……………………………......Disléxico.
Diseñador……………………………....Daltónico.
Periodista Deportivo……………..…Poeta malogrado.
Presentador de telediarios.……....Feo (o no tener un padre famoso)
Cierre.…………………………………....Narcolépsico.
Periodista Radiofónico.……………..Mudo.
Crítico de cine.…………………………Ciego.
Crítico gastronómico.………………..Ronald MacDonald.
Dibujante y/o infografista.…………Manco de los dos brazos.
Periodista Cultural……………………Leer “El código da Vinci”.
Periodista Económico………………..Comunista.
Gerente.…………………………………..Ser buena gente.

Claro que pueden darse excepciones en las que estas graves limitaciones y barreras acrecientan el buen hacer de los profesionales (por ejemplo, ¿cuántas fotografías hechas por miopes a lo largo de la historia no habrán sido consideradas como verdaderas obras de arte?), pero en la mayoría de los casos estas desventajas no suponen un añadido al trabajador sino más bien todo lo contrario.

Bien, hasta aquí la segunda lección. Espero que con ella podáis distinguir cuáles de vosotros podéis y cuáles no, trabajar en algunas de las secciones mencionadas. Como ejemplo, sirva la imagen seleccionada que demuestra el resultado final después de que un maquetador daltónico se dedique al tratamiento fotográfico: un resultado del todo lisérgico, capaz de provocar un ataque epiléptico y absolutamente inservible.

Pero antes de despedirme, deciros a los que os halléis encuadrados en esta pequeña lista, que no os desaniméis nunca: siempre podéis dar consejos a los demás y ganaros la vida con ello. Así que ¡ánimo!, ¡mirad siempre para adelante, y a derecha e izquierda antes de cruzar la calle!

Tito Paco (haciendo amigos)

miércoles, 22 de octubre de 2008

I.- El periódico, propiamente dicho

Hola queridos amiguitos. Como decíamos ayer (siempre he querido decir esto), bienvenidos a la primera sesión de “Los Consejitos de Tito Paquito”.

Hoy aprenderemos las nociones básicas de lo que es un periódico.

Sé que muchos de vosotros, al igual que yo, no habréis tenido un periódico en vuestras propias manos nunca, pero si lo pensáis bien seguro que, por lo menos, lo habréis visto de lejos: alfombrando el suelo que se acaba de fregar, en las pescaderías del mercado, pegado a unos cristales recién limpiados, en alguna película de Will Smith… A que sí, ¡haced memoria! ¿Ya? ¡Bien!, ¡eso es! Exacto, un periódico es ese tocho de hojas de papel unidas por la fe (porque grapas no suelen llevar), y que si lo tocas durante el suficiente rato, te deja los dedos negros que después no puedes hacer nada con ellos.



Normalmente, un periódico es algo muy aburrido: tiene un montón de letras, las fotografías que contiene son en blanco y negro, y los chistes y caricaturas que por casualidad adornan sus páginas, no tienen gracia alguna… Es por esto que, en ocasiones, las personas imaginan usos paralelos al pensado en un principio para tan soporífero artículo de lujo. De este modo, el periódico puede emplearse para:

-Imitar a personajes históricos famosos.
-Como sustitutivo inútil de un telescopio.
-Para hacerte una cómoda almohada.
-Como megáfono para manifestaciones contra la guerra, o los matrimonios gays.
-Como lúdico superporro.
-E incluso como bate de béisbol para pegarle a los pequeruanos, cosa, que por otra parte, nunca se ha de hacer.

Todos estos son usos que hacen muy versátil el objeto que denominamos periódico o diario (se llama así también porque, fíjate que cosas, sale uno nuevo todos los días), pero, como hemos dicho, no son su uso original, y no debemos crear norma en cuanto a su empleo.

Así, ¿cuál es la utilidad esencial y primordial de un periódico? Pues es bien sencillo: el principal uso de un periódico es el de fardar. Sí, sí, los periódicos se usan para fardar, vacilar, chulear… No tiene otra utilidad.

De este modo, cuando estéis en cualquier sitio, rodeados de gente: en un tren, en la uni, en el Bershka, o en la cola del INEM, sólo tenéis que sacar vuestro periódico y leerlo para que todo el mundo admire lo cultivados que sois.

De hecho, no hace falta que lo leáis: simplemente tener en cuenta que una persona normal tarda 20 minutos en leer un diario, así que tan sólo tenéis que distribuir ese tiempo entre todas las páginas, demorándoos en las que os parezcan más interesante (con las de mayor texto) y pasando por encima de las que sospechéis sean menos importantes (la página del sudoku, por ejemplo).

Sin embargo, ésta no es la única ventaja de un diario, sino que un periódico también viste. ¿Qué quiero decir con esto? Pues veréis, os pondré un ejemplo: cuando os dirijáis a pedir trabajo, probablemente vayáis vestido tal y como los jóvenes vestí hoy día: como pordioseros. Sé que es porque tenéis un nivel adquisitivo bajo/ratonil. Yo lo entiendo, pero el dueño del Mcdonalds no lo hará. Pero no os preocupéis: con que lleguéis con un periódico bajo el brazo, todo solucionado: el gerente sabrá que sois chicos de bien, os respetará y os pondrá a freír patatas.

Y, ahora, os contaré un secreto que poca gente sabe: no sólo hay un periódico, sino que hay muchos. Y además, otra confidencia: no todos se pagan. Hay algunos que te los meten gratuitamente en la boca mientras camináis por la calle.

De esta forma, otra ventaja de un diario es que os puede definir como persona, dependiendo cuál compréis. Un periódico te describe: si te consideras de izquierdas, o ves un hombre con traje por la calle y vomitas, entonces compras El País, que, además, a veces trae “El País de las Tentaciones”, y puedes ser de lo más cool (guachi piruli) haciendo tuyas las palabras del suplemento.

Que por el contrario eres de derechas, y odias el color rojo, salvo en los capotes y en la bandera de España ¡coño!, pues compras el Quo, que no es un diario pero se ven tetas (eso sí, dentro de un reportaje de lo más científico).

Y ya está, estos son los fundamentos primordiales de qué es y para qué sirve, lo que los mayores llamamos periódico, y que todos vosotros debéis conocer para realizar en buena medida las funciones que desempeñareis durante vuestra beca (traer cafés y demás).

Espero que os haya servido de mucho la primera lección, y de igual modo, espero veros por aquí, en la siguiente sesión de “Los rollillos de Paquillo”.

Un saludete.

martes, 21 de octubre de 2008

Para ti, joven creador de opinión de masas




La espera es dura, pero la recompensa maravillosa.

Con este blog retomamos una serie fotográfica/informativa/pedagógica, que ya cultivó en el pasado numerosos premios nacionales e internacionales por su loable labor, dedicada especialmente a ti, joven trabajador de los medios.

Sí, sí, para ti, aunque no te lo creas, aunque pienses que no escribo en serio, yo te dedico estas letras y esta serie de consejos, porque sólo puedo ofrecerte mi sabiduría, que no es poca, porque no tengo nada más que los bolsillos llenos de ilusión y cariño, mi cabeza, mi pelo y estas dos manos para trabajar que Dios nuestro Señor me ha proporcionado en su bendita sabiduría, para tratar de aportar mi granito de arena para mejorar nuestro planeta.

Sé que la culpa de que no creas ni una sola de las palabras que te digo no es tuya. Sé que no es tu culpa ser un incrédulo. La culpa es de esta maldita sociedad nuestra en la que nadie regala nada, en la que todos nos pisoteamos los unos a los otros, en la que nos miramos y tratamos con recelos y sospechas. Pero somos nosotros quienes debemos cambiar esto, debemos dar para recibir, tomar y mandar a tomar. Así, recíprocamente, es como hemos de construir un mundo mejor donde, los comunicadores como tú, joven amiguito, puedan aprender dónde están los difíciles y ocultos recovecos que esconde esta maravillosa profesión. Esos rincones que no debes temer explorar y en los que has de dar cabida todo lo que se te ofrezca, porque son de ellos de donde nace la más grata de las recompensas.

Es por esto que he decidido tratar de transmitir lo mucho que sé a las generaciones venideras, porque considero que no sólo es necesario, sino obligado, el ofrecer lo que otros me ofrecieron a mí en el pasado, de forma totalmente desinteresada. Considero de recibo aportar lo que a su vez otras grandes personas me regalaron antes de marcharse de vacaciones. Enseñanzas todas que nos hacen la vida más agradable, mejor, que nos hacen crecer como personas, y no sólo como profesionales de los medios.

Enseñanzas, en definitiva, que nos proporcionan un alma, y 37 líneas más de literatura en nuestros curriculums. De este modo, y a lo largo de los próximos meses hasta que me canse, colgaré aquí los consejos que considero más relevantes para alcanzar este objetivo, esta meta. Todas aquellas lecciones que a lo largo del tiempo he aprendido en lo referente al trabajo en un periódico: desde la maquetación y el diseño, al tratamiento fotográfico, pasando por cómo soportar con una sonrisa los chistes malos de los compañeros. Todo lo concerniente a este fascinante oficio de artesanos te será desvelado a lo largo de este cursillo gratuito subvencionado por la Junta de Andalucía, desarrollado tanto para los jóvenes precarios como para los más avezados y experimentados profesionales, con más años que letras escritas.

Hemos comenzado así un camino largo y arduo, pero a la vez fascinante y mágico. Ahora eres como la pequeña Alicia P. atraída por el conejo rubio. Así que no temas adentrarte en el camino hacia tu jubilación, porque ahora tienes una mano amiga que te ayudará a dar los primeros pasos en este bravo nuevo mundo.

Bienvenido, periodista de pro.